Noticias Jacobeas



Cristina González-Zaera, tres décadas trabajando con el peregrino en Sarria: ''El Camino me dio mucho''


Cristina González-Zaera, tres décadas trabajando con el peregrino en Sarria: ''El Camino me dio mucho''

Una gran parte de la vida laboral de Cristina González-Zaera —técnica en Turismo y guía— estuvo ligada al Camino Francés. Esta vecina de Sarria se jubiló el pasado viernes, 31 de octubre, después de trabajar en la oficina de turismo de la villa y regentar un albergue. "El Camino me dio mucho", resume tras más de tres décadas dedicada al peregrino.

Trabajó en hoteles y agencias, pero en los 90 comenzó su contacto con los caminantes desde la oficina de turismo del Ayuntamiento. En ella estuvo 18 años con contratos por temporada. En plena pandemia del coronavirus se lanzó a alquilar un albergue, que regentó hasta su jubilación. "Fui un poco atrevida", admite Cristina González-Zaera, quien entonces consideró que así se podía "dedicar más" al caminante, "desde otro punto de vista". Finalmente resultó ser todo "un acierto".

La sarriana habla de "mis peregrinos" y lo hace con un gran cariño, pues ser hospitalera le supuso "una gratificación muy grande". "Los peregrinos fueron muy generosos conmigo, me ayudaron y me enseñaron muchas cosas. Sonreímos, lloramos..., tuvimos experiencias inolvidables", señala.

"Añoranza" por su trabajo

Reconoce que ahora, con su jubilación, tendrá "añoranza" por su trabajo porque "cada día era un mundo, una experiencia, conocí tantas nacionalidades, tantos peregrinos..., me motivaba mucho". No obstante, su intención es continuar ligada al Camino y dando a conocer Sarria, lo que siempre hizo desde la oficina de turismo y el albergue.

Su vínculo con la ruta comenzó hace más de tres décadas, antes del Jacobeo de 1993, recuerda. En aquel momento la figura del peregrino "era mucho menos diversa que la actual" y su principal motivación para recorrer el itinerario era "la fe, buscaba una experiencia espiritual", dice.

En aquellos primeros años los servicios eran muy pocos, con apenas albergues, mientras que hoy en día solo el municipio de Sarria tiene cerca de 3.000 plazas. Entonces la señalización también era "muy escasa, ahora vamos mejorando pero deberíamos mejorarla más", opina.

"Desde el bum del Xacobeo hubo un auge muy grande" y cambió también el tipo de caminante, comenzando una motivación "turística y cultural" y a ser un destino "de ocio y aventura". "El perfil del peregrino no tiene nada que ver con el de hace 20 años. Muy poquita gente trae claro lo qué es convivir en un albergue. Yo intentaba fusionarlos, que convivieran, charlaran, se conocieran... Antes había más comunicación. Me encantaba que se comunicaran entre ellos, se hacen grandes amistades", cuenta.

  https://www.elprogreso.es/articulo/sarria/vida-peregrino/202511020500001921051.html