Camino de Santiago
El camino de las estrellas
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La emblemática plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela ha sido testigo de la llegada de un grupo de peregrinos muy especial. Cerca de 40 personas vinculadas a la federación de asociaciones de familiares y personas con problemas de salud mental FEAFES Galicia han culminado este jueves el Camino de Santiago, cumpliendo un objetivo que va más allá del simple recorrido físico y se adentra en el territorio de la superación personal y de las barreras personales y sociales que en muchas ocasiones supone su enfermedad.Zulema, coordinadora de ocio y deportes de la federación, ha confirmado que un año más, y van 15, la experiencia ha sido un éxito. "Disfrutamos mucho del camino, y todo salió muy bien, y los chicos están muy contentos", explica sobre esta decimoquinta edición de la iniciativa. Un proyecto que, según afirma, demuestra que "el camino ayuda a superar todos estos problemas".La voz de los peregrinosEntre los participantes se encuentra Juan Carlos, miembro de la Asociación DOA con sede en Vigo y el Morrazo. Para él, lo más gratificante ha sido "el compañerismo y la unión que hay en el Camino, en la gente". Destaca también la riqueza de encontrarse con personas de otros países y el sentimiento al llegar a la meta: "Es una experiencia maravillosa. Llegar a la plaza del Obradoiro y saber que estás al lado del Apóstol es algo magnífico".Paula, de la Asociación Lume de Lugo, ha emprendido la ruta por un motivo muy personal. "Lo hice por agradecimiento a todos los que me han ayudado a llegar hasta aquí, a los médicos que me han ayudado y que hicieron que pudiera llegar", confiesa emocionada. Aunque asegura que no se le dan bien los idiomas, ha valorado la conexión dentro del grupo. Para ella, el reto ya está cumplido: "Se hace un propósito cuando se empieza el camino, y yo lo he cumplido".Un reto que transformaLa experiencia es tan positiva que muchos repiten. Es el caso de José Manuel, tb de la asociación DOA de Vigo, que ya ha hecho el camino cuatro veces. Lo define como "un logro, una etapa más de la vida que nos hace mejores personas". El sentimiento es compartido por sus compañeros, quienes animan a todo el que pueda a vivir la experiencia.La coordinadora, Zulema, destaca la resiliencia de los participantes y asegura, con una sonrisa, que incluso aquellos que dudan, como Paula, acabarán volviendo. "Aquí está. O sea, que lo hará más veces y estamos muy contentos porque seguiremos haciéndolo", concluye con la vista puesta ya en la decimosexta edición.Y lo dice antes de repartir las acreditaciones a cada uno de quienes han vivido y disfrutado de esta experiencia de hacer el Camino de Santiago durante los tres últimos días, recorriendo a pie más de 50 kilómetros, y tras haber hecho la correspondiente visita a la Catedral de Santiago y a la imagen del Apóstol Santiago, aunque sin poder disfrutar de la visita al Pórtico de la Gloria que, como asegura alguien antes de despedirnos, "¡La haremos el año que viene!"
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