Camino de Santiago
El camino de las estrellas
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El arquitecto Sergio Sebastián ha desarrollado un conjunto de proyectos vinculados a un fragmento del camino de Santiago a su paso por Aragón en el área del embalse de Yesa y la población de Ruesta. Estos trabajos actuaron sobre ruinas y monumentos de carácter patrimonial, lo que implica un especial cuidado en términos conceptuales y constructivos para preservar la identidad del lugar, consolidar el patrimonio y desarrollar una propuesta solvente y funcional para los peregrinos y los visitantes.Esta obra, vinculada al Camino de Santiago Francés en el entorno del embalse de Yesa, ha sido impulsado por la Confederación Hidrográfica del Ebro –CHE–. Está situada en el valle del río Aragón, vía de conexión natural entre Jaca y Navarra, utilizada como Camino de Santiago desde la Edad Media, en lo que hoy se conoce como Camino de Santiago Francés (Vía Tolosana), en su tramo aragonés desde Somport hasta Navarra.El fenómeno de la peregrinación a Santiago de Compostela decayó hasta su desaparición en el siglo XVIII; sin embargo, desde la década de 1960, su reaparición como fenómeno cultural lo ha convertido en Bien de Interés Cultural de gran impacto global, reconocido por la UNESCO. Sin embargo, en aquel momento, el embalse de Yesa ya estaba en funcionamiento y había inundado los terrenos por los que discurrían las huellas históricas del Camino. Localidades como Ruesta, Escó y Tiermas habían quedado vacías con el proceso de ruina que de ello se deriva. La CHE, propietaria del terrenos y de los inmuebles, consciente del extraordinario valor patrimonial de la zona, ha impulsado desde 2019 actuaciones de restauración y rehabilitación.La excepcionalidad de actuar en Ruesta y su entorno contribuye a una atmósfera única, en la que la intervención siempre ha buscado la naturalidad y el mínimo impacto, pero también la identidad, para permitir una lectura clara tanto de los elementos originales que aún permanecían en pie, como de los contemporáneos.Las actuaciones llevadas a cabo han permitido recuperar el fenómeno del Camino a su paso por Ruesta, así como la rehabilitación y restauración de la calle del centro de la localidad, las ermitas de San Jacobo de Ruesta, San Juan de Ruesta y San Juan de Sigüés, todos ellos organizados a través de dos planes directores: uno para el Camino de Santiago y otro para la Recuperación del centro de Ruesta, que se han plasmado en diversos proyectos de ejecución y que se enmarcan en las intervenciones vinculadas a la Ruta en esta zona. Se convierte así en eje vertebrador de un territorio que pone sus esperanzas en la revitalización de la Ruta como lucha contra la despoblación y como medio de conservación del patrimonio local.El pueblo de RuestaRuesta es una ruina, una hermosa ruina, testimonio de una importante historia que quiere preservarse dentro del contexto y la problemática de la gestión patrimonial de las zonas de despoblación. La construcción del embalse de Yesa en los años sesenta supuso la expropiación de los campos de cultivo, y posteriormente de sus viviendas. Esto provocaría un deterioro no sólo social sino también patrimonial, generando serias dudas sobre la protección de un inmenso patrimonio cultural y paisajístico, sometido al abandono, el expolio y el avance de la recolonización natural.Desde entonces, el rodaje de La Vaquilla (1985) y la transferencia de la gestión al sindicato CGT (1988) la han mantenido agonizante, siendo la mayor esperanza de vida actual para Ruesta el paso del Camino de Santiago, una línea de intercambio cultural que desde el siglo XII conserva intacto su recorrido por este mismo lugar. Por encargo de la Confederación Hidrográfica del Ebro y el Gobierno de Aragón, Sebastián Arquitectos ha acometido una serie de actuaciones que comenzaron con un Plan de Restauración del núcleo urbano, las obras de consolidación de la calle Centro (paso urbano del Camino de Santiago) y la Recuperación de varias ermitas. Pero, además, para dar protección y uso a todo este patrimonio restaurado, Sebastián Arquitectos propone un camping en las ruinas vírgenes y consolidadas, un sensato modelo de restauración del turismo nómada que por allí pasa. No se trata de evitar el avance de la ruina o el retorno de todo el material arquitectónico al suelo al que pertenece, sino de, asumiendo la realidad y la memoria del lugar, proponer nuevas formas de habitar el tiempo fugaz de un lugar, en el Camino de Santiago, una alternativa real a la despoblación de la España vaciada.Para la redacción del Plan Director de Ruesta ha sido necesario el uso de tecnologías de la información y la digitalización aplicadas, debido al estado de inaccesibilidad en el que se encuentran determinadas partes de los núcleos. Se ha realizado un enorme trabajo de investigación y documentación del estado actual del casco para proponer una intervención por fases que parte de la premisa de aceptar la ruina en su estado actual y con toda su fuerza de evocación. Las actuaciones que definen este Plan Director de ruinas de los edificios consisten en actuaciones sencillas pero efectivas: limpieza, consolidación, refuerzo y drenaje de las ruinas, y finalmente permitir usos sencillos.Tres ermitas en el Camino de SantiagoAdemás de los trabajos en Ruesta, CHE y Sebastián Arquitectos han desarrollado las restauraciones de diversas ermitas de su entorno, vinculadas a la ruta jacobea tanto en el brazo norte como en el brazo sur del río Aragón. El rico patrimonio que, en su día, y desde época imperial, denotó la importancia de la zona como territorio fronterizo, se materializó también en una serie de ermitas vinculadas a pequeños monasterios como en el caso de San Jacobo o Santiago, San Juan de Ruesta (San Juan) y San Juan de Sigüés. En todos los casos se han propuesto restauraciones para facilitar y enriquecer la visita del peregrino.Ermita de Santiago de RuestaLa ermita y antiguo hospital de Santiago han arrojado interesantes hallazgos arqueológicos del original monasterio de la época de Ramiro I, primer rey de Aragón en el siglo XI. Las obras muestran el carácter de una ermita de peregrinos en dos cuerpos con carácter de hospital y vinculado a un monasterio anexo cuyo claustro aparece en las excavaciones que se han realizado en el lado sur. Asimismo, la cabecera ha sido excavada hasta niveles de cimentación, confirmando el carácter semicircular del ábside y no una cabecera plana como aparecía en las fuentes bibliográficas consultadas. Esta hipótesis corrobora la del posible colapso de la nave original en su bóveda y en su ábside, como se muestra en su ventana. El promontorio que se adosaba al frente de la entrada resultó ser un banco adosado a la fachada, que a su vez contiene restos de un cementerio tras él a cotas elevadas respecto al suelo de la ermita y su entrada.En el interior de la ermita el tratamiento ha pasado por limpiar, consolidar y presentar lo existente y descubierto con la mayor dignidad posible. Las diversas capas de pintura sobre los capiteles del arco de cintura habían incluso desdibujado las figuras de los capiteles.La ermita ya no se utiliza como tal, pero los bancos continuos que aparecen en su perímetro, seguramente vinculados a la ruta jacobea u hospital de uso de peregrinos, se mantienen y dignifican.La puerta exterior ha sido sustituida ya que la presencia visual de la puerta de cerrajería existente restaba importancia al testero y sus sencillas arquivoltas. La puerta se construye a partir de la geometría radial de una concha, analogía jacobea y de las hornacinas cristianas, con el fin de favorecer y permitir el acceso al primer nivel de escaleras al visitante sin tener que acceder al interior de la ermita cuando está cerrada.Ermita San Juan de SigüésSan Juan de Sigüés es una ermita en la línea norte del Camino sobre Yesa. Las obras se han desarrollado en el interior y han consistido principalmente en restaurar y poner en valor el pavimento de cantos rodados, como elemento principal y más singular, así como en mejorar los paramentos verticales e incorporar mobiliario y equipamiento propio de uso religioso.Los muros son neutros y los muebles se han diseñado con cuidado, con el objetivo de reforzar la presencia contrastada del pavimento. La restauración del pavimento interior de cantos rodados ha consistido principalmente en la sustitución de los huecos por piedra de la zona, de dimensiones similares a la existente, aunque de tono más oscuro, y el rejuntado general de todas las piezas. Se logra así una integración del conjunto con una misma geometría y materialidad, y permite una segunda lectura más atenta y detallada para reconocer los puntos donde se había intervenido.En cuanto al mobiliario, la propuesta de un nuevo altar de cobre debía ser respetuoso y cuidando el pavimento, permitiendo en la medida de lo posible la contemplación directa del mismo sin ocultarlo. Esto motivó la colocación del mínimo número de apoyos, dos, y para arriostrarlas perpendicularmente se colocó un segundo orden estructural que se sujeta a las cerchas del techo, para evitar fragmentar el pavimento en más puntos. Estos pares de pilares se cruzan, a su vez, componiendo espacialmente una cruz simbólica, uniendo la tierra y el cielo. La estructura colgante permite poner en valor el retablo de San Juan Bautista recientemente restaurado, y la solución estructural lo enmarca visualmente de cara a los fieles.Ermita San Juan de RuestaLa ermita de San Juan de Ruesta dejó de existir en 2001, cuando un descuido de la administración regional dejó en ruinas esta pieza única del Camino de Santiago Aragonés conocida por haber albergado una de las colecciones de pintura románica del siglo XII más importantes de España, actualmente expuestas en el Museo Diocesano de Jaca.Despojado de su uso y de sus pinturas, sólo quedan unos lienzos y el ábside de un volumen que antes se alzaba compacto y potente sobre el paisaje del río Aragón y las montañas de Leyre, junto a un montón de piedras procedentes de su demolición parcial en 2002. La intervención sobre las ruinas requería un criterio, una intención principal. En este caso se trataba de recuperar este sólido volumen y relacionarlo con los árboles que lo rodean, un claro descubierto entre troncos de robles y encinas, y que proporcionaría un espacio de sombra al peregrino en un alto en el camino de Santiago.La reintegración se ha llevado a cabo desde el inicio de una restauración crítica, donde el nuevo volumen, de aproximadamente el 60% de la nave principal, se apoya sobre el anterior con un lenguaje abstracto y unitario, un juego de líneas horizontales que, siguiendo la trama de la mampostería y huecos originales, establece un lenguaje reconocible para la nueva intervención. El nuevo volumen se retrasa ligeramente respecto a la planta de fachada existente, que, a su vez, ya adoptó una posición de retranqueo en el siglo XVIII cuando hubo que reconstruir la nave central por motivos desconocidos.Las losas de cubierta, ligadas a la construcción vernácula, se deslizan por la fachada otorgando un único detalle figurativo al alero que evoca la posición del original y al hueco perdido sobre cuyo acceso sólo queda evidencia fotográfica. Un sistema de sillares de piedra labrada continúan este corte horizontal, y abren al interior una celosía de mechinales encargados de construir el ambiente original de la ermita, trayendo la penumbra que un día, siglos atrás, tuvo este espacio, pero hoy es una bonita parada en el Camino, donde tomar un sorbo de agua fresca y continuar.La ermita de San Juan también ha provocado un proyecto que, Sergio Sebastián califica como apasionante: la restauración digital de las pinturas románicas, arrancadas de su soporte en los años sesenta y que ahora pueden verse en el Museo Diocesano de Jaca. En colaboración con la Fundación Factum Arte, la Universidad de Zaragoza (alumnos del Máster Universitario en Gestión de Patrimonio Cultural), la CHE y el propio museo, y utilizando las técnicas más avanzadas, se han reproducido tanto las pinturas tal y como se encontraron como su reconstrucción digital. Gracias a la tecnología digital se han creado duplicados virtuales con información muy precisa que facilitará su análisis y mantenimiento, pero, además, en la ermita se han dispuesto códigos QR que permitirán al visitante recrear en el mismo espacio que visita las imágenes que en el siglo XII se encontraba el peregrino.Hoy en día una escultura conmemorativa se extiende en el exterior sobre el campo que rodea la ermita, un vistazo de aquellas piedras del derribo, desplegadas como una bella trama ordenadora que acompaña al peregrino mostrándole el recuerdo y la voluntad artística que un día tuvieron. Esta pieza landart nos recuerda que nunca olvidamos nuestro compromiso con el legado patrimonial.San Juan de Ruesta, soporte de las magníficas pinturas que fueron arrancadas en 1960 y que hoy se pueden visitar en Jaca, ha reconstruido un volumen perdido tras el abandono que llevó a su ruina en 2001, con cuya mampostería se ha construido un impresionante monumento en el paisaje que lo rodea. El volumen original perdido que se recortaba contra el paisaje ha recuperado hoy su imagen a través de una reintegración limpia y contemporánea, un entramado pétreo que nos envuelve.Toda la arquitectura está construida con valores esenciales que determinan su condición y naturaleza.El tiempo va pasando y las modificaciones que realizamos sobre ellos transforman o incluso provocan la pérdida de estas claves formativas. Las obras de restauración tienen como objetivo arrojar sobre esta memoria la luz necesaria para que la arquitectura vuelva a ser ella misma.
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