Camino de Santiago
El camino de las estrellas
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Nos lanzamos a hacer el Camino de Santiago desde Sarria y nos sorprende que cada peregrinos va acompañado de su teléfono. Inmortalizan sus pasos, hablan con los suyos, publican fotos… Todos menos un reducido grupo de diez jóvenes al que acompañan una serie de monitores que guía su ruta. "Tenemos una gran lista de espera pero hemos elegido a una decena de chavales para traerles al Camino, pasar una semana desconectados de la tecnología, conectando con el entorno y conociéndose entre ellos", explica Gonzalo Soria, psicólogo.Hoy arranca su ruta y, pese a ser el primer día sin redes sociales, ya empiezan a percibir los primeros resultados. "Hay algo instintivo que hacen todos, se echan la mano al bolsillo buscando el teléfono pero, pasadas unas horas, dejan de hacer ese movimiento y ya se centran en otra cosa", comenta Vanesa Úrsula, educadora que acompaña a este grupo.Así funciona el grupoAdemás de pasar el día desconectados de sus teléfonos, al llegar al albergue se reúnen, asisten a terapia y, en grupo, comparten sus inquietudes. "Conseguimos que dejen de pensar en la tecnología, se centren en ellos mismos y, también, en conocer a otros", asegura Orlando García Gil, educador.Los españoles son, junto con los británicos, los jóvenes europeos que más sufren de dependencia al móvil. Nueve de cada diez necesitan tenerlo siempre cerca y ocho afirman sentir ansiedad cuando se agota la batería. "Yo no sé si seré capaz, vengo a intentarlo. Por ahora lo voy llevando", se confiesa María, de 17 años.Junto a ella encontramos a Azul que nos sorprende cuando le preguntamos cuánto tiempo emplea en utilizar el teléfono en su día a día. "Yo estoy pegada el móvil todo el tiempo, incluso en clase, cuando explica el profesor… Todo, no paro", dice. Por eso busca cambiar sus hábitos esta semana. "Ayer nos aburríamos al no tener redes sociales y, al final, nos pusimos todos al cantar… Moló mucho", dice Javi, de 16 años. Un Camino diferente para desconectar de la tecnología y conectar con el entorno.El uso del teléfono móvilEl 80% de los jóvenes de entre 12 y 18 años hace uso del móvil de una forma intensiva. Un 18% de los adolescentes lo usa de forma compulsiva. Se trata de algo que ocurre en muchas personas de mayor edad, aunque hay que vigilarlo más en los menores.Expertos en psicología, psiquiatría y en el tratamiento de la adicción a las nuevas tecnologías coinciden en que esta dependencia se puede prevenir con el fomento de buenos hábitos de uso desde edades tempranas. En los últimos años la nomofobia se ha convertido en una gran preocupación para las familias con niños y para profesionales que tratan de combatir el miedo irracional a estar sin teléfono móvil.
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