Hospitaleros Voluntarios
en la actualidad


Albergue
Peregrinos en el albergue

En este último resurgimiento de la peregrinación en el Camino de Santiago se renuevan las características que podemos descubrir en el inicio de la peregrinación hace más de mil años. El redescubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago en Compostela en los albores del siglo IX pone de relieve la meta, el destino de la peregrinación en la tumba apostólica, cuya noticia se difunde poco a poco, al ritmo de la comunicación de la época, por toda la Europa cristiana. Después vienen los peregrinos. En todos los estudios sobre la historia del Camino se destaca a Gotescalco obispo de Le Puy en Veley, como el primer peregrino del que se tiene noticia documental, pero antes y después de este obispo fueron muchos los peregrinos anónimos que dirigieron sus pasos a la tumba del Apóstol, peregrinos de los que no queda constancia documental, pero que fueron los que paso a paso hicieron que la figura del peregrino formara parte del paisaje habitual de las tierras de Francia y el norte de España.

Al paso de estos peregrinos se hace un Camino, un itinerario más o menos definido que se transmite de unos a otros y que va configurando hitos, puentes, pasos de montaña y caminos que, gracias al trabajo de personas singulares, como Santo Domingo de la Calzada o San Juan de Ortega ya la colaboración de reyes y nobles, van formando la red de caminos sobre las huellas de los peregrinos. Y después viene la hospitalidad que se desarrolla de una forma organizada en un segundo momento, aunque desde el inicio estaría presente de una forma espontánea en la acogida sencilla que los peregrinos encontraban en casas particulares, monasterios e iglesias situadas a lo largo de la Ruta. Pero es a partir del siglo XI cuando se va creando toda una serie de lugares de acogida en los monasterios y en los hospitales que surgen en los principales núcleos de población por iniciativa de los Obispos, catedrales o cofradías de diverso tipo que van creando las bases de lo que ahora conocemos como hospitalidad tradicional del Camino de Santiago.

Estos cuatro aspectos: meta, peregrinos, camino y hospitalidad, constituyen un itinerario progresivo en el desarrollo de la peregrinación jacobea que se puede considerar en declive a partir del siglo XVI cuando el cambio de las ideas religiosas propiciadas por la reforma y la inseguridad de los caminos con las guerras de religión hace que casi desaparezcan los peregrinos. Este itinerario es teórico ya que es evidente que los diversos aspectos no aparecen en serie y aislados, sino que se van desarrollando muchas veces mezclados y relacionados entre si. Pero nos puede servir para descubrir un proceso similar en la renovación de la peregrinación a Santiago que se ha producido en los últimos años.

A mediados del siglo XX se vuelve a poner de relieve la meta del Camino de Santiago en Compostela. Gracias a una serie de estudios históricos se pone de actualidad el Camino de Santiago recuperado de la memoria histórica que estaba latente en los pueblos de la Ruta Jacobea. Tras estos estudios surgen los peregrinos que vuelven al Camino siguiendo los pasos de los peregrinos antiguos. Eran casos aislados que a su paso volvían a poner de actualidad la peregrinación en el recuerdo de los pueblos del Camino. La presencia de los peregrinos se ve impulsada por la creación de las primeras Asociaciones Jacobeas en Francia y en España ya partir de 1985 se van creando Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago en casi todas las regiones por las que transcurre el Camino de Santiago en España gracias a la iniciativa y al impulso entusiasta de Elías Valiña.

Elías Valiña
Elías Valiña

Tras la presencia de peregrinos se pone en marcha la recuperación del Camino a través de la edición de Guías y la señalización del Camino que hacen las Asociaciones Jacobeas a partir de 1985.

También, al paso de los peregrinos, se va desarrollando la hospitalidad. Como en los tiempos medievales la primera acogida la hacen algunos sacerdotes, monasterios o personas particulares que acogen ocasionalmente a los peregrinos en sus casas. Poco a poco van acondicionándose algunos locales parroquiales o conventuales para acogida de peregrinos. El primer albergue propiamente dicho es el que en Santo Domingo de la Calzada pone en marcha la cofradía del Santo y que ha sido el punto de referencia de muchos albergues posteriores. Muy pronto aparecen también albergues municipales y otros promovidos directamente por Asociaciones Jacobeas. Aquí hay que destacar el esfuerzo de muchas personas que desde las parroquias u otras instituciones religiosas, ayuntamientos, gobiernos regionales, asociaciones y particulares, pone a disposición de los peregrinos una red de albergues que me atrevo a decir que es la más completa que han encontrado los peregrinos a lo largo de los siglos.

En esta renovación de la hospitalidad un puesto muy relevante lo ocupan los hospitaleros voluntarios del Camino de Santiago, organizados por la Federación de Asociaciones Españolas de Amigos del Camino, que han aportado a la hospitalidad jacobea actual todo un estilo de acogida y cercanía al peregrino.