Recomendaciones para el Camino


Alimentación

Lo que sí es seguro es que estamos realizando un esfuerzo mayor que en nuestra vida normal y quemando más calorías, por lo que en absoluto debemos comer menos o aprovechar el Camino para perder unos "kilitos"; la alimentación la tenemos que llevar con seriedad, así; como la ingestión de líquidos. Ya hemos señalado anteriormente en cuanto a llevar, que era suficiente para emergencias, unos frutos secos, pasas, higos, nueces y chocolate, según la temporada: acaso también un poco de pan, chorizo y queso.

El mayor problema lo tendremos con el desayuno, pues es casi seguro que donde hayamos pasado la noche, si hay albergue, tengamos un bar para cenar, pero también que ese bar, cuando salgamos por la mañana, esté cerrado.

Al desayuno y comida no hay que darles más importancia que la que tienen; tenemos que comer, pero no ser tan estrictos con las horas; no pasa nada si desayunamos a las 12 o comemos a las 5 de la tarde; para eso tenemos los frutos secos.

En cuanto a las bebidas, tres cuartos de lo mismo, incluso entendemos que no hace falta cantimplora; el mayor recorrido sin agua podría ser de 15 kms.; lo que tenemos que hacer, es igual que lo que hacemos con el coche: repostar o beber agua "a tope" donde la haya, sin pretender que vayamos a encontrar agua cuando tengamos sed. Por tanto, hay que beber agua, especialmente en verano, hasta saciarnos.

No obstante, para las personas que se apuran si no llevan agua, existen unas cantimploras-termos que mantienen bastante bien la temperatura. Otra solución más pragmática, ir rellenando una botellita pequeña de agua.

Además hay agua en todos los pueblos, y en caso de necesidad se puede pedir en cualquier casa y tendremos oportunidad de conocer la amabilidad de las gentes del Camino. En la guía de servicios indicamos los pueblos que tienen fuente pública.

En diversos bares y restaurantes, existe también el denominado "menú del peregrino", su precio es asequible y se puede comparar con el "menú del día" de cualquier casa de comidas, en precio y calidad.

Ampollas, el mal del peregrino

Desde el primer día de los entrenamientos, tenemos que dedicarles una atención especialísima, pues son ellos los que nos tienen que llevar a Santiago, y si los mimamos, nos llevarán sin ningún problema.

Es importantísima la higiene y lavado de los pies; por tanto, al terminar la etapa del día, en caso de no poder ducharnos, cuando menos deberemos lavarlos cuidadosamente. Un complemento ideal en este sentido son las sales relajantes Saltratos (o las sales pies cansados de Feetcalm con Urea, extracto de Manzanilla y Lavanda), que reducen la sensación de fatiga y dejan tus pies listos para la siguiente etapa. Además resulta muy aconsejable completar la higiene diaria con el uso de un buen desodorante para los pies (como el Gel Piernas Cansadas de Feetcalm que aporta 20 minutos de frescor intenso y duradero).

Cuidado de pies

Para evitar las ampollas, es muy importante una correcta hidratación de los pies. Todos los días antes de comenzar a andar, les aplicaremos un poco de crema, especialmente en y entre los dedos, planta y talón. La crema de Saltratos Plus, con caléndula y Jojoba, o la Mousse Talones Agrietados de Feetcalm con 25% de Urea proporcionan una hidratación óptima y nos ayudan a combatir las molestas durezas y grietas que tanto nos incomodan al andar.

Todos los días, después de darnos la crema, bien limpios, ponernos los calcetines de algodón sin costuras, si llevamos zapatillas, y si llevamos botas, además de los de algodón, otro par de lana, también bien limpios, pase lo que pase.

En caso de ampollas, los médicos no lo aconsejan por entender que es un sufrimiento innecesario, pero es muy efectivo; quemar una aguja de coser para esterilizarla, y atravesar la ampolla con la aguja en la que previamente habremos enhebrado un hilo, dejando el hilo dentro de la ampolla para que drene, y cortándolo por los extremos a un par de centímetros de la ampolla.

Curando una ampolla

Recordar también que no es conveniente ducharse antes de empezar a andar, especialmente con agua caliente y durante mucho tiempo, pues la piel de los pies se queda arrugada y es más propensa a las ampollas.

Por el contrario, ningún inconveniente en cuanto a refrescar los pies en una fuente o riachuelo por corto espacio de tiempo, teniendo la precaución de secarlos muy bien; la mejor forma es que se sequen al aire.

Por último, existen en el mercado una serie de geles refrescantes que previenen y alivian el calentamiento de los pies y que son un complemento perfecto para cualquier peregrino.

Trucos para evitar las ampollas

Calzado usado o muy usado Lo más importante es que el calzado que elijas tiene que haberse usado antes. Y cuando digo usado, no me refiero a que te lo hayas comprado hace una semana y hayas bajado al súper con él. Significa haberle dado candela. Aquí lo que importa es que la planta de tus pies se apoye de una forma totalmente cómoda y no demos pie a posibles rozaduras.

Pies secos siempre La humedad es un gran condicionante para que salgan ampollas. Por eso, lo que tienes que hacer es intentar mantener tus pies secos en todo momento. ¡Cuánto más, mejor! Tanto durante la jornada de caminata como una vez llegues al alojamiento. Por eso, al ducharte, asegúrate de que has secado tus pies MUY BIEN.

Transpirabilidad por bandera Este consejo ya lo habrás oído, pero es que es súper vital el tema de que tanto el calcetín como el calzado sean transpirables. El pie necesita respirar, y eso solo lo vas a conseguir si usas unos calcetines que lo permitan, y un calzado adecuado.

Calcetines sin costurasAy, ¡qué importantes son los calcetines! La transpirabilidad viene dada muchas veces por el tipo de tejido, y por ello, el algodón es el que otorga mejor resultado. No lo dudes, unos buenos calcetines son totalmente necesarios.

Cambio de calcetín Un remedio eficaz contra la dichosa humedad, consiste en hacer un cambio de calcetín a media etapa. Es lógico que con tantos kilómetros y sobre todo, si hace calor, sudemos y el pie se empape, cosa que no queremos que ocurra. Entonces, ante esto, una forma de volver a llevar los pies secos de nuevo es cambiando el calcetín.

Vaselina o crema de pies para prevenir Esto, más que un truco, es algo totalmente necesario. Para ayudar a que no pueda haber rozaduras, has de embadurnarte el pie de una buena vaselina o también, de crema contra la sequedad de los pies. En mi caso, he probado ambas y son eficaces por igual. ¿Qué conseguimos con esto? Pues que el pie deslice a cada paso que demos y así la ampolla no podrá formarse. Y por cierto, la crema para pies secos puedes usarla también una vez hayas terminado de andar por ese día.

Esparadrapo para reforzar Esto sería el “sobretruco” a añadir al truco anterior. Si no te fías del todo del poder de la vaselina y quieres evitar a toda costa las rozaduras, puedes echar mano de un poco de esparadrapo para cubrir las zonas más sensibles (parte baja de los dedos, por ejemplo). Sobre todo si notas alguna zona del pie algo más cargada o propensa a la aparición de ampollas.

Calzado no muy ajustado Nuestro fiel amigo el calzado, además de estar usado y de ser transpirable, es importante que lo dejemos un pelín suelto. Pero cuando digo un pelín, es eso. Muy poco. No es nada conveniente llevar la zapatilla suelta porque entonces en vez de ampollas, quizá tengamos que enfrentarnos a otros problemas más serios. Es simplemente no llevarlo excesivamente apretado, para que, una vez más, el pie respire mejor y vaya más cómodo.

Evita las arrugas Al ponerte el calcetín, intenta que no se formen pliegues ni arrugas que puedan ocasionar la formación de ampollas. Ya sabes, cuantos menos roces haya, mucho mejor.

Descálzate en plena rutaCuando hagas un alto en el Camino, bien para comer o bien en mitad de un prado, quítate los zapatos e incluso los calcetines, y deja que el pie respire BIEN durante un rato. Esto también ayuda mucho a alejar las ampollas de tu pie.

Compeed al ataque- Opcional El último de esta lista infalible de trucos para evitar las ampollas es echar mano de un fabuloso Compeed, pero solo en caso de notar algún malestar, por pequeño que sea. Mi recomendación es que, a la mínima, te lo pongas para evitar que la ampolla se acabe formando. Por eso, no hace falta decir que siempre, siempre lleves un kit de Compeed en tu mochila, porque créeme, ¡te puede salvar de mucho! Hay varios tipos, pero por mi experiencia, recomiendo el que tiene forma ovalada.

Combatir la fatiga

No nos tiene que asustar la fatiga: a medida que recorremos el Camino, comprobamos la maravilla del cuerpo humano. Cuando por la noche nos acostamos muy cansados, acaso en el duro suelo, nos resultará increíble comprobar al día siguiente que estamos nuevos; el reposo nos ha devuelto todas nuestras fuerzas y cada día nos afectan menos los kilómetros.

Unos masajes en las piernas, dados por nosotros mismos, son de agradecer; por otra parte, no es obligación descansar sólo en los refugios, en todo momento tenemos que hacer lo que el cuerpo nos pida, y si nos pide descansar, no tenemos más que tumbarnos, cualquiera que sea la hora del día, especialmente después de comer, a la sombra de un árbol, a la orilla de un río, o donde se pueda.

Hay que descansar cuando no estamos excesivamente cansados para tener una buena recuperación; si llegamos al agotamiento, la recuperación será mucho más lenta y problemática.

Si nos encontramos muy cansados, deberríamos incluso descansar un día completo por semana. Burgos y León podrían ser buenas excusas para descansar.

Es muy recomendable, especialmente para los que realicen jornadas de 30/40 Km., tomar durante o al final de la etapa, alguna bebida energética que reponga las sales minerales perdidas.

Es también muy importante para evitar el cansancio muscular, beber mucho líquido y, lo repetimos una vez más, el peso de la mochila hay que limitarlo.

Lo ideal es no llegar nunca al límite de nuestras fuerzas.

Además de los artículos indicados en el apartado de Equipamiento -tijeras, esparadrapo, etc.- deberíamos llevar o conocer para las distintas situaciones que se nos puedan presentar:

  • Aguja estéril, de las que se utilizan para inyecciones, que se puede reutilizar -pero nunca intercambiar agujas ya utilizadas-,tiritas, uno o dos apósitos de gelatina, spray para los dolores musculares, analgésico tipo Paracetamol, antiinflamatorio, antibiótico, antifúngico.
COMO CURAR UNA AMPOLLA
Curando una ampolla

Es el percance más común en el ámbito peregrino. Puede llegar a ser muy molesto, aun cuando no deja de ser, en principio, un problema leve. Se produce por el constante rozamiento de la piel con los calcetines, y aparecen habitualmente durante las primeras jornadas.

Hay tres consideraciones importantes para intentar evitarlas: la calidad de las botas, haber andado mucho con ellas y que los calcetines no tengan ni costuras ni componentes sintéticos. Ya en el camino, también merece la pena tomar algunas precauciones: andar siempre con las botas y los calcetines secos, y poner tiritas o apósitos en las zonas de mayor rozamiento antes de que aparezca la ampolla.

Tan pronto se detecte una ampolla, debe uno pararse y hacer una primera cura para evitar que se haga más grande y moleste más:

  • Pinchar la ampolla con la aguja hipodérmica (con cuidado de no tocar la carne viva) y conseguir que drene completamente el líquido interior hasta que se vacíe del todo, acto seguido, secarla con alcohol o bien aplicarle un desinfectante. Pincharla significa atravesar sólamente la piel por uno o dos puntos, nunca cortar la piel, que va a servir de protección a la zona lesionada.
  • Colocar un trocito del apósito de gelatina encima de la ampolla, ya sin líquido, que va a aliviar el escozor y a servir de almohadillado.
  • Poner una tirita cuidando de que se acople bien, recortándola si es preciso.
  • Levantar esta cura cuando se termine la jornada y, después de lavados los pies y secados minuciosamente, se procederá de la misma forma que hemos descrito, volviendo a pinchar la ampolla si se hubiera vuelto a formar.
  • Al día siguiente, antes de comenzar la marcha, se procederá a hacer una nueva cura.

Deberemos mantener los pies limpios y secos, y al día siguiente, antes de empezar la etapa, proteger la ampolla con una tirita. La piel muerta de la ampolla protege de infecciones y, por lo tanto, nunca debe arrancarse. Si una ampolla se infecta debemos dirigirnos a un centro médico a la mayor brevedad posible.

DESHIDRATACIÓN

La deshidratación. En su grado más extremo puede provocar el golpe de calor, de consecuencias muy graves. Debemos evitar andar durante las horas de más calor, protegernos del sol con un sombrero, beber agua a menudo aunque no tengamos sed, y hacer etapas cortas los días de calor intenso.

OTROS PROBLEMAS FÍSICOS

Las rozaduras, sobretodo en la entrepierna, en las axilas y en la zona lumbar, son frecuentes los primeros días. Pueden prevenirse usando ropa interior tipo short, poniendo vaselina en las partes más expuestas a los rozamientos y andando siempre con la ropa seca.

Debemos tener mucha precaución con las quemaduras. Para prevenirlas usaremos una crema solar con un factor de protección adecuado a nuestro tipo de piel.

El agotamiento físico también es a menudo causa de abandono y para evitarlo es necesaria una buena preparación previa, no excederse en los kilómetros diarios y hacer una alimentación energética. Las agujetas, los calambres y los dolores musculares son habituales durante las primeras jornadas, y se pueden mitigar realizando estiramientos antes de empezar y al acabar cada etapa. La pérdida de peso en las caminatas de larga distancia es habitual, pero debe ser moderada.

COMO CURAR EL PIE DE ATLETA

El "pie de atleta" es una micosis que aparece entre los dedos de los pies. Se caracteriza por la aparición de grietas, dolorosas o no. En cualquier caso, hay que tratarlas.

  • Después de lavados los pies y bien secos, se aplicará entre los dedos Canestén Spray y se dejará secar al aire.
  • Una vez secado el Canestén, se pueden poner los calcetines, siempre de algodón. No se aconseja la utilización de pomadas, porque mantendrían una humedad entre los dedos que es de la que se aprovechan los hongos para crecer.
  • Esta misma operación se realizará antes de iniciar la marcha y al terminar la jornada.
COMO TRATAR UNA TENDINITIS

Caminando una media de 30 Kms./día y cargando una mochila, es normal que aparezcan tendinitis. Si acudes a un médico, te aconsejará que dejes el Camino y que te vuelvas a casa a hacer reposo. Pero esto no siempre has de seguirlo al pie de la letra, tu mismo has de ser tu propio médico.

Algunos dolores musculares sin importancia, cuando se presentan de una forma intensa y persistente, se confunden a veces con una tendinitis, cuando en realidad no lo son. La tendinitis, o sea, la inflamación de un tendón, aunque en la fase inicial se puede tratar con antiinflamatorios, es un problema importante y que posiblemente nos obligará a abandonar el Camino, dado que requiere un tratamiento prolongado, que incluso puede durar meses.

Las causas principales de la aparición de la tendinitis son: la sobrecarga en las articulaciones por exceso de peso de la mochila (o por andar cojo a causa de una ampolla), la falta de preparación física, el exceso de kilómetros diarios, y la deshidratación producida por el calor o por no haber ingerido suficientes líquidos.

  • Las tendinitis duelen, así que, si no puedes resistir el dolor, has de tomar un analgésico del tipo Paracetamol y untarte la zona con pomada antiinflamatoria varias veces al día.
  • Tomar además un antiinflamatorio en caso de que esté inflamada la zona. Siempre con el estómago lleno y en las dosis que se prescriben.
COMO TRATAR TIRON MUSCULAR

Se procederá como en el caso anterior.

COMO TRATAR UN DOLOR DE MUELAS

Siempre que aparece un dolor de muelas, lo más probable es que exista un proceso inflamatorio-infeccioso en la pieza dentaria. Si acudes en estas condiciones al dentista, no podrá hacerte nada, pues ha de estar controlada la infección antes de que pueda hacerse cualquier manipulación. La pauta a seguir será:

  • Comenzar a tomarse un antibiótico, tipo amoxycilina (Clamoxyl o similar). La dosis será de 500 mgr. cada 8 horas de reloj, no tres veces al día, aunque parezca lo mismo. El tiempo de duración del tratamiento, una vez se comienza, será al menos de 10 días, aunque ya antes se haya controlado la infección. Por supuesto, los que sean alérgicos a la penicilina han de tomar Pantomicina, también 500 mgr. cada 8 horas.
  • Si existe dolor, se puede tomar además un analgésico como el Paracetamol.
  • No es necesario tomar ningún antiinflamatorio, pues todo se resolverá una vez esté controlada la infección y no se pone el estómago a prueba.
  • Una vez estés de vuelta, deberás acudir al dentista.
COMO TRATAR UN RESFRIADO

Es algo que no suele ocurrir en el Camino, pues no hay nada más saludable que el aire libre: los virus son propios de las ciudades.

  • De todas formas, si te resfrías y tienes malestar, puedes tomarte un Paracetamol. Estornudar no quiere decir resfriado, ya que a veces se irritan las mucosas por el polvo en suspensión.
  • Si ya te sabes alérgico, entonces deberás ir provisto de lo que sueles utilizar: un antihistamínico o antialérgico será suficiente.
COMO TRATAR LAS PICADURAS DE INSECTOS

No hace falta hacer nada, ya se trate de un tábano o de un mosquito. Si tienes mucho malestar o eres muy sensible a las picaduras, deberás ir provisto de un antihistamínico o una pomada.

  • Para picaduras de insectos en general, existe en las farmacias algo que lleva amoníaco, que va muy bien.
  • En el caso de que fueras alérgico a la picadura de las abejas, no te olvides en casa el antisuero correspondiente, no fueras a tener la mala suerte de encontrate con una justamente en el Camino.
COMO TRATAR UNA DIARREA

Puede aparecer diarrea porque se coma algo en mal estado o porque se beba agua contaminada.

  • En este caso, y aunque se trate de una diarrea de tipo infeccioso, lo mejor es hacer reposar el intestino, no ingiriendo comida. Sí es muy importante beber abundante agua y sales.
  • Existen preparados en la farmacia que lo llevan todo, pero también se puede preparar en casa: en una botella de litro y medio de agua se pondrá el zumo de un limón, una cucharadita de azúcar, una cucharadita de sal y una cucharadita de bicarbonato y se irá bebiendo a pequeños sorbos.
  • Por supuesto, si ocurre una diarrea de este tipo, vaya o no acompañada de vómitos, es obligatorio quedarse a descansar o utilizar el coche para no perder a los compañeros.
  • También puede aparecer diarrea si se tiene intolerancia a ciertos alimentos. En este caso puede estar relacionada con la ingestión de leche sin hervir o cuando se come determinada fruta en exceso: melón, sandía, uvas...
  • En este caso, es suficiente con saber de qué se trata y eliminarlo de la dieta. No se necesita hacer nada más.
REMEDIO CONTRA EL ROCE CONTINUO DE LA ROPA INTERIOR O DEL PANTALON

Al andar, por el contínuo roce de la ropa interior o de los pantalones, pueden aparecer irritaciones en la zona anal o inguinal que se pueden convertir en verdaderas heridas sino se ataja el problema a tiempo.

  • Una solución sencilla, barata y eficaz es mezclar en un vaso dos dedos de aceite con un chorro de agua y remover hasta conseguir una mezcla parcial de ambos elementos. Aplicar con un trocito de papel higiénico o kleenex en la zona dañada y dejarlo que surta efecto durante toda la noche.
  • Al día siguiente el dolor y el roce habrán desaparecido.