Entradas y salidas, día y noche, alegría y dolor, amigos y extraños: esos son los contrastes en el "Camino de Santiago". El "albergue" - un albergue que sirve como refugio y lugar de comunión, se convierte en un hogar lejos del hogar. Ritos y rituales diarios. Marcado por el paso del tiempo y los peregrinos, el "albergue" recoge sus vestigios y, a partir de él, construye su propia historia.