Saldremos de Puente Ulla junto a la carretera, para andar después por caminos forestales hasta el pie del Pico Sacro, lugar donde la leyenda sitúa a los bueyes de la reina Lupa, y desde donde los antiguos peregrinos divisaban las torres de la catedral de Santiago. Poco más adelante encontraremos la fuente, la capilla y la capilla de Santiaguiño (1676), en la que, escrito en piedra, se narra la historia de la reina Lupa y sus salvajes bueyes. También este lugar era el del aseo personal antes de llegar al ansiado destino de la tumba santa.
Desde el albergue de Outeiro se toma el camino que nos lleva a la foresta de Vedra. Entramos en la parroquia de Lestedo y en breve alcanzamos Rubial, dejamos de lado un pazo almenado y junto a él un crucero de granito, giramos a la izquierda y bajos a la carretera, que atravesamos para seguir de frente, atravesamos varios prados cruzamos las vías del tren por un paso bajo ellas y entramos en Deseiro de Abaixo.
Ascendemos hacia la aldea de A Gándara. Tras varios cruces llegamos a A Susana donde podremos encontrar tiendas y bares. Atravesamos un arroyo y subimos por una pista asfaltada que tras atravesar la aldea de Cañoteira nos lleva a atravesar de nuevo las vías del tren, esta vez por un puente, tras el que se inicia una fuerte subida que luego se convierte en suave descenso a través del que atravesamos Alderei y Vixoi.
Poco antes de llegar a Piñeiro nos encontramos con la ermita de Santa Lucía, y enseguida iniciamos una larga subida, que cruza primero la Autovía e inmediatamente después las del tren que al atravesarlas nos dejan en Angrois con el triste recuerdo de su accidente ferroviario en verano del 2013.
Seguimos ascendiendo por el Camino Real, y con los pies sobre la calzada romana bajamos hasta el río Sar, a cuya orilla se encuentra la colegiata de Santa María del Sar, cruzamos por la rúa da Ponte do Sar el puente sobre el río y subimos por la rúa do Sar y la rúa do Castro Douro, do Patio de Madres y Fuente de San Antonio, para pasar bajo el arco de la Porta de Mazarelos, única que queda de la antigua muralla.
Tras mil kilómetros de sur a norte, por caminos, calzadas y sendas, la catedral de Santiago nos espera para poder abrazar al santo y satisfacer lo que hasta ahora era una promesa.

[Descripción extraída de la Guía del Camino Mozárabe de Santiago, de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Sevilla]
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