La ruta arranca de las traseras del Monasterio de Santa María la Real, por una calle ancha y empinada que desemboca en el frontón. A partir de éste, se convierte en una pista de tierra que asciende entre pinos hacia el alto. Se va avanzando por un terremo desigual, entre acequias y cultivos de regadío, hasta que, medio kilómetro antes de entrar en Azofra, que ya se divisa al fondo, la pista se convierte en una pequeña carretera.

El camino cruza Azofra por la Calle Mayor, y sale de ella entre el parque Virgen de Valvanera, que queda a la izquierda, y la Fuente de los Romeros, a la derecha. Se cruza la carretera que conduce a Alesanco, Cañas y San Millán, continuando de frente entre las últimas casas del pueblo, en dirección Noroeste.

Muy pronto se alcanza el rollo medieval, hoy un crucero, que marca el límite entre los términos de Azofra y Alesanco. Siguiendo siempre de frente, y apenas un kilómetro más adelante, el camino gira a la derecha en dirección a la cercana N-120, que no llega a alcanzar: en efecto con un giro de noventa grados a la izquierda, avanza paralelo a ella por una pista de concentración parcelaria, hasta cruzar la comarcal que conduce a San Millán de la Cogolla. En este punto se ofrece una doble posibilidad:

a) Continuar la ruta que se trae, paralela a la N-120, con el inconveniente de que el camino desaparece en varias ocasiones bajo los cultivos, pero que finalmente acaba desembocando en la carretera de Santo Domingo a San Millán de la Cogolla y Berceo. Se ha de advertir que este tramo es difícil de seguir, aunque sea el más auténtico, es preferible salir a la N-120, y por ella dirigirse directamente a Santo Domingo de la Calzada.

b) O bien tomar el camino que, alejándose paulatinamente de la Nacional, se dirige a Cirueña. Por él se inicia muy pronto el ascenso a la pequeña meseta donde se asienta Cirueña, en la que se entra por pista empedrada, dejando atrás un poblado encinar. Desde Cirueña se sale por carretera, para tomar un poco más adelante, una pista asfaltada a la izquierda. Por terreno muy ondulado, con continuas subidas y bajadas, se prosigue en línea recta, por espacio de unos 6 km, hacia Santo Domingo, que ya se divisa a lo lejos.