Comienza este camino en la ciudad de León, cuya relación con el Camino de Santiago, fue y sigue siendo en la actualidad, importantísima. Capital del Reino Astur-Leonés, desde que Alfonso III decidiera trasladar su corte, hasta entonces en Oviedo. No puede dejar de visitarse la catedral, construida a partir del año 1205, sobre el solar que antes había ocupado la iglesia de Santa María de la Regla. Del más bello estilo gótico, es conocida como la "Catedral de la Luz", debido a su extraordinaria y única colección de vidrieras. La Real Basílica de San Isidoro, es otro de los monumentos emblemáticos de la ciudad. Edificada por Fernando I en el siglo XI para acoger las reliquias del obispo de Sevilla, trasladadas en el año 1063. De esta primera iglesia sólo se conserva el panteón Real, con los muros y bóvedas totalmente decorados con hermosas pinturas al fresco, realizadas en el siglo XIII. El camino hacia el Salvador de Oviedo, se toma precisamente, junto al más importante de los muchos hospitales para peregrinos con que la ciudad contó: el de San Marcos. La donación de una heredad que en año 1152 hiciera la infanta Doña Sancha, cercana al puente del mismo nombre, es su origen. El actual edificio, reconstruido a partir del año 1513, es un incomparable ejemplo del estilo plateresco. Un gran relieve de Santiago a caballo. Puede verse sobre la portada principal. Al lado del Parador un mojón con la inscripción “Camino de San Salvador. León-Oviedo. Cuatro Valles” marca el inicio de esta ruta peregrina. Es el punto donde se inicia el Camino de San Salvador separándose del Camino Francés y que se ve recogida en una placa con la siguiente leyenda: “Llegados a San Marcos/nos reunimos todos/bajo la Cruz sentados/de allí parten dos rutas/una a cada lado/A San Salvador va una/la otra va a Santiago.”
Tomamos la avenida de los Peregrinos que transcurre junto al río Bernesga y a la altura del complejo de San Cayetano giramos a la derecha para continuar camino junto a la carretera LE-CV-165 que atraviesa la urbanización de El Montico y a través de un núcleo urbano llegamos a Carbajal de la Legua, donde existió un monasterio de Benedictinas, donde antes habían residido los Canónigos Regulares de San Agustín. El año 1148, dichos canónigos se trasladaron a la Basílica de San Isidoro de León, viniendo a sustituirlos las monjas benedictinas del Convento de San Pelayo de la misma ciudad. A la salida de la población la carretera se convierte en una pista en ascenso que atraviesa el arroyo del Valle y ya en su descenso dejamos la pista para tomar un sendero que nos sale a mano de derecha, atravesamos el arroyo de Valdecastro y más adelante volvemos a tomar otra pista, es un atractivo recorrido que nos acerca a Villalbura, antiguo poblamiento romano. Tras cruzar el arroyo de Villalbura iniciamos una fuerte subida y en su altozano podemos disfrutar de las hermosas vistas de la vega del Bernesga. Volvemos a tomar una pista que desciende para cruzar el arroyo de Valle Fondo a través de un puente y siguiendo por la misma atravesamos el paraje de San Pelayo, donde antiguamente existió un cenobio y hoy es área de descanso. Encontraremos una fuente donde dicen que descansó el rey Bermudo. Continuamos camino y al llegar bajo el tendido eléctrico, en el cambio de dirección tomamos la vía de la izquierda para descender a la Llanada del Obispo y alcanzar Cabanillas con su capilla del Santo Cristo, sede de la cofradía local del Bendito Cristo de la Vera Cruz, fundada en el año 1444. Su templo parroquial está dedicado a El Salvador, patrón de la localidad. Esta población cuenta con albergue para peregrinos y gran tradición de acogida al peregrino. El Camino continúa entre el río Bernesga y la ladera del monte, por un bosque de encinas y robles, cruzamos un par de arroyos y a nuestra izquierda tenemos la población de La Seca de Alba, a la que podemos acceder a través de un puente si deseamos refrescarnos en su bar. El trazado continúa sin embargo por este margen del río, nos lleva a atravesar el arroyo Candanedo, atravesamos la carretera y entramos en Cascantes de Alba por la calle Real, el pueblo tiene un bar. Salimos del pueblo por la carretera LE-CV-129-14, a la altura de la central térmica de Celada podemos desviarnos unos metros hasta la ermita de Celada, en su interior se venera a la Virgen de las Nieves, patrona de La Robla, en su puerta se puede leer la leyenda: "Coloca tu mano sobre la mía y que la bondad y amor que alberga en tu interior impregne este lugar". Pasamos bajo la N-630 y por un puente elevado atravesamos las vías del ferrocarril para entrar en La Robla, junto al parque de la Huerga podemos encontrar su albergue.
Desde el Complejo Deportivo de La Robla, salimos en dirección Norte entre el río Bernesga y las vías del ferrocarril. Atravesamos la aldea de Puente de Alba, seguimos por una carretera local que cruza sobre las vías del tren y entra a Peredilla, donde recorremos su calle Real hasta la salida, que abandonamos por la izquierda para salvar la N-630 por un paso inferior y continuar por un andadero entre la carretera y las vías del tren hasta alcanzar la ermita del Buen Suceso, construida en 1766, donde podemos hacer una parada en su bar. A unos 200 metros de ella tomamos una carretera que sale por la izquierda y que tras salvar el paso a nivel del ferrocarril nos permite cruzar el río Bernesga por un puente y continua, rozando Nocedo de Gordón, nuestro camino continua por la derecha, bajo las Sierras Negras del Cajal, y rodeando la Curva del Molino bajo un frondoso bosque de ribera de sauces y alisos, cruzamos el arroyo de la Gretosa por una pasarela y pasamos junto a la depuradora desde donde ya podemos divisar la Pola de Gordón, donde para entrar damos un ligero rodeo para poder cruzar las vías del ferrocarril por una rampa, cruzamos el río Bernesga y entramos en Pola de Gordón.
Poblaciones, Servicios y Albergues
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