Salimos de Ena por la pista que conduce al cementerio, recto en la primera bifurcación y dejándolo al poco a nuestra izquierda, buscando un paso entre el Cerro de las Fronteras (derecha) y el Puntal del Solano (izquierda) y cerca de la unión del barranco de Cerzún con el de Ena; seguimos siempre la pista principal, y tras pasar ante una casa seguimos en subida y junto al barrando de Ena, al llegar a un collado, entramos en la Comarca de la Jacetania, ante nosotros la Sierra de San Juan de la Peña, y a nuestros pies, hacia el este, veremos Botaya, nuestro próximo destino. En las próximas bifurcaciones iremos por la derecha, el Camino irá elevando progresivamente el nivel de ascenso, salvamos el barranco de San Adrián y, muy próximo, accedemos a Botaya, a 960 m de altitud, con su iglesia de San Estebán, que conserva de la iglesia románica la pila bautismal. En Botaya hay un albergue privado, orientado para grupos y con fechas de apertura inciertas fuera del verano. Conviene llamar con bastante antelación en caso de estar interesado en pernoctar allí.
Desde Botaya tomamos la carretera que se adentra aún más en la Sierra en dirección a San Juan de la Peña, en ascenso, aprovechando el paso del barranco de Botaya, en la curva cerrada que hace abandonamos esta carretera a la izquierda por un camino estrecho y pedregoso, que asciende por el barranco de Botaya, y, ya cerca de la cumbre zigzaguea, encontrando una bifurcación que nos llevaría por la izquierda a la ermita de Santa Teresa, por la que también podríamos llegar a San Juan de la Peña, con muy buenas vistas, pero nosotros seguimos la señalización del GR 17 y seguimos por el robledal, para llegar por él a la pradera de San Indalecio, donde se ubica el Monasterio Nuevo de San Juan de la Peña, a la entrada del mismo disponemos de un área de descanso, las vistas son espectaculares. En su interior hay un bar restaurante y el museo y centro de interpretación de los Monasterios, y es importante conocer que para visitar el Monasterio Viejo de San Juan de la Peña se adquiere la entrada en la oficina de información del Monasterio Nuevo. El desnivel entre ambos es considerable y retornar a por la entrada en caso de no ser previsor es un verdadero incordio.
Continuamos por el camino peatonal que nos ha de llevar al Real Monasterio de San Juan de la Peña (s. XI-XII), con una pronunciada bajada, al final de la misma unas escaleras nos acercan a la carretera y siguiendo por ella llegamos al Monasterio Viejo. Nació probablemente como monasterio de San Juan Bautista en el siglo X y fue refundado un siglo después por Sancho el Mayor. A cobijo de la impresionante roca de conglomerado reposa el claustro románico, su joya más atractiva, al que se accede por una puerta mozárabe. En muchos de los capiteles destacan las expresivas figuras de ojos grandes características del Maestro de San Juan de la Peña. En su interior el Panteón Real del Reino de Aragón, con los grandes reyes fundadores del reino: Ramiro I, Sancho Ramírez y Pedro I. En la iglesia románica, veremos una réplica del Santo Cáliz que se encuentra actualmente en la Catedral de Valencia, que durante cuatro siglos fue custodiado entre los muros del Monasterio, siendo todavía hoy para muchos estudiosos el verdadero Santo Grial. Por todas partes veremos el taqueado jaqués, decoración que nació en la Jacetania y se propagó por el Camino de Santiago. También reúne la mayor agrupación de crismones de tipo oscense, similares al simbólico existente en la catedral de Jaca.
Tras visitar este importante hito Jacobeo regresamos al punto de la carretera donde nos desviamos para la visita, y tomaremos una senda que primero en bajada y después en subida nos llevará hacia el Collado Cuatro Caminos, una encrucijada en la que tomamos la dirección que desciende vertiginosamente hacia Santa Cruz de la Serós, con un desnivel negativo de 370 m., e impresionantes vistas al Canal de Berdún y la cordillera pirenaica. Llegamos a la población de Santa Cruz de la Serós (781 m), donde se ubican la magnífica iglesia románica de Santa María (s. XI), importante monasterio femenino en los siglos del nacimiento del Reino de Aragón, destino final de las tres hijas del rey Sancho Ramirez y de numerosas damas cortesanas y de alta alcurnia de la época, y el templo románico de San Caprasio (s. X). Saldremos de Santa Cruz por la carretera A-1603 pero la abandonamos inmediatamente para tomar una pista que sale por su izquierda y que rodeando la Peña Gavín en una ligera subida se dirige hacia el barranco de La Pasadona (860 m), salva el barranco y desciende por Fontañones, en su recorrido pasaremos junto al manantial de Biescas y salimos a Binacua (754 m).
Desde Binacua salimos por un camino que pasa cercano a la Iglesia de los Santos Ángeles Custodios (s. XII), bonita iglesia románica desde las que hay unas vistas inmejorables, y que desciende más adelante para unirse al Camino Francés por Aragón, procedente de Somport y Jaca, cerca de la Cantera de Binacua. En este punto finaliza el marcado GR 17 “Camino de Santiago del reino de Aragón”, pasando, ya por carretera, junto a Casa Antón y Casa Jacinta y descender a tomar la carretera nacional N-240, que cruzaremos para entrar en Santa Cilia, a los pies del río Aragón, final de nuestra etapa y de este hermoso Camino.
Poblaciones, Servicios y Albergues
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