Federación Española de
Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago

En la salida de Pueyo de Fañanás encontramos una nueva modificación del trazado, si al llegar al primer poste indicador, todavía en el casco urbano, seguimos recto siguiendo las flechas amarillas, accederemos a la A-1217 y la seguiremos, cruzando el río Guatizalema, hasta Fañanás, en un tramo de 2 km totalmente de asfalto, sin arcén pero con poco tráfico.

La señalización del Camino del Reino de Aragón, GR 17, gira a la izquierda antes de abandonar Pueyo de Fañanás, continuando por pistas durante 2,6 km, cruzando la carretera A-1217 para entrar en Fañanás, localidad sin ningún tipo de servicio.

Ya en el pueblo confluimos en la Calle La Paz, que la seguimos para salir del pueblo por la Calle Molino, seguimos por este camino hasta encontrar una bifurcación, a los pies de un altozano, continuamos por la izquierda, hasta alcanzar una nueva bifurcación; esta vez optamos por la derecha, por ella avanzamos hasta encontrar un camino más claro, junto a unos arbustos. Aquí nuevamente se separan los caminos, si cogemos el de la izquierda, en dirección a la cercana carretera A-1218, avanzamos unos 700 metros por esta carretera y la dejamos cuando estamos junto a Casa Ferrer, para seguir por la pista asfaltada que, tras cruzar por un puente el río Botella, entra en Ola. Si seguimos el marcado GR para evitar la carretera alargaremos en unos 500 metros el recorrido, confluyendo en el cruce de la carretera A-1217 con Casa Ferrer y el camino asfaltado de entrada a Ola. La parroquial de Santa Cruz es del siglo XVII y abundan las casonas de piedra de siglos pasados con su escudo sobre el dintel.

Salimos de Ola por el Camino de Alcalá, pasando ante un crucero que dejamos a nuestra derecha y avanzamos todo recto dejando granjas de cerdos primero a la izquierda y más adelante a la derecha, en un tramo siempre en ligero ascenso hasta ver frente a nosotros una torre de vigilancia forestal. Aunque nos vayamos encontrando con diferentes desvíos nosotros seguiremos siempre por este camino ascendiendo hasta el altozano, donde se encuentra el corral de Montori y el último repechón hasta coronar, encontrando una hermosa panorámica desde la que se distingue, al fondo, a mano derecha, el Castillo de Montearagón, fortificación que ordenó construir Sancho Ramírez en 1086 como línea de avance en la conquista de Huesca. A nuestros pies la localidad de Tierz y al fondo Huesca, con la torre del santuario de Nuestra Señora de Salas ante ella.

Un pronunciado descenso de 100 m de desnivel en apenas un kilómetro, que haremos con mucha precaución, por la conocida como Ruta de las Trincheras, que debe su nombre a las defensas allí establecidas durante la guerra civil, nos acerca hasta la carretera HV-8401, que por la derecha conduce a Tierz, localidad que dispone de farmacia y bar. Nosotros la cruzamos y seguimos de frente hasta llegar al río Flumen, en este punto, y tras cruzar al otro lado del río por una palanca, giramos 90º hacia la izquierda, avanzando junto a su orilla hasta llegar a otro camino, que tomamos a la derecha y continuamos, dejando una pequeña urbanización y huertas a nuestra izquierda, a unos metros otra urbanización más y, cruzando el río Isuela y dejando un centro hípico a nuestra derecha, llegamos al santuario de Nuestra Señora de las Salas (finales del S.XII), importante centro de peregrinación medieval. En 1250, Jaime I el Conquistador firmó un "Privilegio de Protección y Salvaguarda" para todos aquellos peregrinos que pasasen por este Santuario. De este lugar procede una de las trece espéculas de peregrinos aparecidas en España, del siglo XIII. Se trataba de una lámina o medalla de plomo a modo de sello que los peregrinos recogían en los lugares que visitaban y que, cosidas en sus ropajes, acreditaban su paso. Podemos considerarla como la primera credencial del Camino. De la importancia de este centro de peregrinación medieval da cuenta Alfonso X El Sabio, a cuyos milagros de la Señora titular dedicó 22 cantigas, más que a ningún otro santuario de España. En su interior se encuentran unas pinturas murales del S.XIV en las que figura representado un tal San Galindo, considerado por algunos el primer santo hospitalero de Europa. Los restos de esta San Galindo se encuentran ahora en la sacristía de Salas.

Delante del santuario, el poste indicador del GR 17 nos señala la dirección al centro de Huesca por el Camino de las Cruces, que se encuentra asfaltado y que se interna en la ciudad junto al moderno edificio del Palacio de Congresos. Pero si decidimos pernoctar en el albergue de peregrinos San Galindo, gestionado por la Asociación Oscense de Amigos del Camino de Santiago, en el mismo poste indicador se señala la dirección para acceder directamente al albergue sin atravesar la ciudad. La dirección del albergue es calle Valentín Gardeta 34.

Para quien no pernocte en el albergue, nuestro Camino desemboca en la avenida de los Danzantes de Huesca, cruzamos hasta los jardines que tenemos en frente y tomamos por la calle de Ramón J. Sender, doblando a la izquierda por la calle del Obispo Pintado hasta la Plaza de Santa Clara, donde se ubica el Real Monasterio de Santa Clara, seguimos por la calle Cabestany hasta doblar a la derecha por la calle Zaragoza, que tras bordear la Plaza de Navarra y atravesar los Porches de Galicia, cruza la calle del Coso Alto y entra en la Plaza de D. Luis López Allué, en ella se ubica la Oficina de Turismo, por su derecha accedemos a la Plaza de San Pedro, donde se encuentra el monumental e histórico Monasterio de San Pedro el Viejo, Panteón Real de Aragón, donde reposan los restos de los monarcas Alfonso I el Batallador y de su hermano Ramiro II el Monje, dos figuras claves de la Historia del antiguo Reino de Aragón, y su impresionante claustro románico. Desde allí continuamos por la travesía Mozárabes hasta la Plaza Fueros de Aragón y tras ella por las calles Zarandia y de Las Cortes nos plantamos en la Plaza de la Catedral, a los pies de esta. Frente a ella el ayuntamiento, con el majestuoso Colegio Imperial Mayor de Santiago en su extremo derecho, que alberga en su fachada numerosos símbolos Jacobeos.