La ruta, ya en suelo español, parte desde el puerto de A Pasaxe, donde tomamos la rúa Urbanización río Miño para dirigirnos a A Guarda, a las afueras de Sa, tomamos una senda que tras una leve subida nos lleva a las instalaciones deportivas de A Sangriña, a los pies del monte de Santa Tegra, desde cuyo alto se disfruta de una espectacular vista y en cuyas laderas se puede visitar un bien conservado poblado celta, declarado monumento histórico-artístico. Nos encontramos en A Guarda, única localidad que dispone de albergue para peregrinos. Merece la pena la visita a su iglesia de Santa María, con varias referencias al Apóstol Santiago. Atravesaremos la población, callejeando mientras rodeamos el monte A Guarda y alcanzamos el área de descanso situado entre la playa de Fedorento y la de Area Grande. Entramos a la villa por la rúa Rosalía de Castro, seguimos por la rúa de Pontevedra y, en la bifurcación, continuamos por la avenida de José Antonio o Avenida Galicia, y en ella tomamos, a nuestra izquierda la rúa Vicente Sobrino, rodeamos el casco viejo por medio de las rúas Ireira y Colón y, a través de la rúa San Bernardo y de la rúa de La Guía vamos abandonando la población.por una carretera que nos pasea junto a las playas. A la salida de estas, vamos siguiendo una pista que nos conduce entre el mar y la carretera C-550, pasamos junto al vertedero de residuos sólidos y continuamos caminando, en ocasiones pegados a la carretera, hasta alcanzar Portecelo, nuestra vista se sitúa entre la inmensidad del océano y la costa escarpada y batida que tenemos como compañera a nuestra derecha, frecuentes sendas se dirigen hacia las viviendas cercanas a la playa y acantilados, nosotros continuamos por la cercana y paralela a la carretera. Cruzamos el arroyo dos Santiños y tras él de los Corvos, en A Riña, cruzamos la carretera, la pista que traemos inicia una subida que pronto vuelve a descender para cruzar de nuevo la carretera y volver a nuestra posición, entre esta y el mar. Pasamos junto a un área de descanso y cruzamos el regato del Val da Agüieira, junto a la ermita de San Sebastián y un crucero, desde el cual nos acercamos a Oia, con su monasterio de Santa María de Oia, que da el nombre a esta ruta de «Camino Monacal». Continuamos, próximos a las playas y acantilados, entre campos sembrados, disfrutando con el batir del mar en las rocas, y cruzamos el río de Vilar y en Mato Vello nos volvemos a acercar a la carretera, cruzándola para pasar por las calles de O Loureiro y O Serrallo, donde la pista que seguimos hace un arco hacia el interior y vuelve a unirse a la carretera, que cruzamos, en O Porto, en este punto volvemos a acercarnos a las playas, rodeamos unas instalaciones deportivas y continuamos, sin pérdida posible. En este tramo, de incomparable belleza, nos encontraremos con varios camping y lugares que invitan a la estancia, aunque sea momentánea. Volveremos a cruzar la carretera para subir hacia A Ermida e inmediatamente descender, volver a cruzar la calzada y rodear las instalaciones del camping de Mougás. Poco antes de alcanzar As Mariñas, estamos a la altura de Cabo Silleiro, la senda cruza de nuevo la carretera y se adentra, en ascenso, rodeando el alto de Silleiro, donde se encuentra la ermita de la Virgen de Cela, y entrando en As Cadeiras, continuamos por una pista hacia O Ponte y, a su salida, seguimos el trazado de la PO-2203 para cruzar por debajo de la autovía y entrar en Bayona, entrada a la ría de Vigo, por su barrio de San Antón, a espaldas del Monte da Roca, donde se encuentra el famoso monumento de la Virgen de la Roca. Por hoy ya hemos terminado nuestra etapa.
Poblaciones, Servicios y Albergues
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