Se trata de una etapa aparentemente sencilla, en la que gran parte del recorrido se realiza por carretera o por caminos asfaltados. Pero su mayor dificultad, y también su mayor atractivo, es el paso por el cañón del río Caracena, con un paisaje sobrecogedor que nos transporta a épocas primigenias. También se pueden admirar antiguos monumentos de gran valor histórico y artístico, en especial el castillo y las iglesias de Caracena. Como contrapunto, y debido a la acusada despoblación en las zonas rurales de la provincia de Soria, todas las localidades de paso son muy pequeñas, incluida Fresno de Caracena, con la consiguiente escasez de servicios para el peregrino. Por lo tanto, se hace necesario viajar bien provisto de alimentos y bebida, e incluso prever la posibilidad de dormir en algún sitio en condiciones precarias. Lo más destacado de la etapa es el paso por el cañón del río Caracena, desfiladero excavado por el río a través de la roca caliza, donde se han encontrado restos de la Edad del Bronce. El recorrido por el cañón impresiona por su silencio y soledad, mitigada por los buitres que sobrevuelan los cortados, y sus paisajes de aspecto lunar. Por su dificultad, este tramo no está recomendado para bicicletas, que deberán tomar el desvío por Cañicera. Itinerario Desde la plaza de la Iglesia de Retortillo de Soria, salir por las calles San Pedro y Sollera, saliendo por la puerta occidental de la antigua muralla. Después de la ermita de la Virgen del Prado, torcer en dirección norte para buscar la carretera SO-135, por la que hay que seguir durante los siguientes 6,8 Km. El trayecto tiene un perfil suave en subida, donde se llegan a alcanzar casi los 1300 m de altitud, seguido de un cómodo descenso hasta Tarancueña. A la entrada del pueblo hay un desvío que nos lleva al cañón del río Caracena, en un tramo compartido con el sendero de Gran Recorrido GR-86. El camino se va estrechando y luego se convierte en un pedregoso sendero, que va descendiendo por el lecho del río, atravesando un paraje sobrecogedor entre los peñascos excavados por el río. Casi al final del cañón hay un desvío que lleva al bonito pueblo de Caracena, donde no hay que dejar de visitar la singular iglesia de San Pedro. No se recomiendo el tránsito en bicicleta por el cañón del río Caracena, por lo que los peregrinos ciclistas deberán seguir desde Tarancueña por la carretera SO-135 hacia el oeste, hasta el desvío de Cañicera. Después de atravesar esta aldea prácticamente despoblada, hay una breve subida que nos lleva a un llano, y tras un par de desvíos, el camino baja recto hacia Caracena. Por este lado pasaremos junto al castillo, que impresiona por su soledad y su ubicación al borde del cañón del río Caracena. Después de cruzar la población de Caracena, la ruta vuelve a ir por carretera, esta vez por la SO-V-1601 hasta el final de la etapa, en un suave y cómodo descenso siguiendo el curso del río de su mismo nombre. Destaca la escasa presencia humana en los pueblos de esta comarca, debido al acusado despoblamiento. Después de 5,4 Km se llega a Carrascosa de Abajo, que se atraviesa de parte a parte, y tras otros 3,5 Km a Fresno de Caracena, sin mayor novedad.