Descripción de la Etapa
Desde la Plaza nos dirigimos hacia la estación del ferrocarril y, antes de llegar a ella, tomamos a la derecha, la carretera de las Dehesas, que recorre el valle y nos lanzará hacia el Puerto. Primero es una subida pausada en mitad de praderas y dehesas y rodeada de madreselva, zarzamora, menta, musgo, helechos, etc. donde arroyos y fuentes no callas sus aguas ni en el verano más tórrido; luego el trazado se empina y gana altura en zig-zag, tratando de competir con abedules, inalzanzables pinos silvestres, abetos y el vuelo del águila, hasta coronar el Puerto.
El Camino subre todo el valle de la Fuenfría sobre la traza de la antigua calzada romana, unas por camino y otras sobre pista asfáltica, y se sirve de tres puentes romanos: de la Venta, del Descalzo y de Enmedio, quedando, en algunos tramos de la calzada, antiguos enlosados.
A la altura del chalet de Peñalara, la calzada romana sigue hacia el norte, con dirección al Puerto de la Fuenfría, opción que deben seguir los peregrinos a pie, mientras los ciclistas deberán continuar a la derecha, por la pista conocida como Carretera de la República, para, después de un gran rodeo para ganar altura, también llegar al Puerto de la Fuenfría. El Puerto, además, es el lugar que hace de límite provincial entre Madrid y Segovia.
En la Sierra de Guadarrama se abre este puerto, a 1.796 metros de altitud, entre el Minguete (2.024 m) y el Cerro Ventoso (1.965 m), ambos cubiertos de pinares y, buena parte del año, nieves. Paso seguido por la calzada romana, difícil, pero que estuvo en uso hasta el año 1788, cuando se abrió al tránsito el Puerto de Navacerrada, pra que los reyes pudieran ir más cómodamente a los Reales Sitios de la Granja. A partir de entonces, y hasta mediados del siglo XX, tan sólo fue usado por los gallegos que venían a segar a Castilla la Nueva.
La calzada romana, aún coservada en distintos tramos a la subida y bajada del puerto, que hemos tomado en Cercedilla, corresponde a la vía XXIV del Itinerario de Antonino, que unía TITVLCIA (Titulcia) con SEPTIMANCA (Simancas). Nosotros seguiremos su traza hasta Simancas en gran parte, pero apenas se conservan vestigios de ella.
Al cruzar el Puerto de la Fuenfría penetramos en el término municipal de San Ildefonso de la Granja, cuya población quedará más adelante a la derecha de nuestro Camino. Este territorio pertenece a Parques Nacionales y en un futuro próximo formará el Parque Nacional de Guadarrama.
Comienza nuestro descenso hacia Segovia y se nos presentan dos opciones: la carretera de la República y la calzada romana, las cuales descienden casi en paralelo y se cruzan en un par de ocasiones. Entre ambas y a un par de kilómetros de comenzar a bajar, se alzan los restos de la Casa Eraso, casa de postas mandada construir por Felipe II como lugar de reposo en el camino hacia Valsaín, donde el monarca acudía asiduamente en verano. A 1 km de este lugar, a la vera del Camino, en nuestra bajada, encontraremos la Fuente de la Reina, también llamada de Matagallegos, de aguas muy frías, en cuyas inmediaciones, un pco más abajo, existió antiguamente, la Venta de la Fuenfría, que menciona Cervantes en su obra de Rinconete y Cortadillo, y una casa de postas a la vera del camino, y algo más retirada la ermita de Nuestra Señora de los Remedios, construcciones de las cuales aún se percibe la estructura de sus cimientos. En este paraje se juntan calzada romana y carretera.
Un kilómetro más abajo vuelven a separarse calazada romana, que sigue recta y gana altura hacia la Camorca, que queda al este, y carretera de la República, que gira a la izquierda siguiendo las curvas de nivel del terreno. En unos 5 km se cruzan y el Berrueco las separa, la calzada sigue ahora por la izquierda y la carretera por la derecha, pero ambas marchan al norte del apraje de la Cruz de la Gallega, justo al pie del Cerro Matabueyes. Aquí la pista gira a la derecha, hacia Valsaín, y la calzada a la izquierda, hacia Segovia, siguiendo el Cordel de Santillana.
Poco antes de llegar al paraje de la Cruz de la Gallega, se contemplan hacia el este y en el fondo del valle los Reales Sitios de Valsaín y de La Granja de San Ildefonso, más al norte.
Decíamos que justo al pie del Cerro Matabueyes nuestro Camino gira a la izquierda, hacia Segovia; bien siguiendo la traza de la calzada, que se difumina en la parte baja, o bien, siguiendo cualquiera de las sendas perdiceras que descienden hacia el fondo del valle. Recorremos tierras de pastizal sobre las que a veces pastan caballos, vacas o reses bravas; no les asustes e incomodes y prosigue tu marcha tranquilamente. No hay pérdida, desde hace tiempo vislumbramos Segovia y hacia allí debemos marchar. Nuestro Camino pasa junto a la fuente de San Pedro, y en unos pocos cientos de metros llegaremos ante un gran hito de granito instalado por Parques Nacionales, refereido a nuestro Camino de Santiago y cruzaremos por el portillo de una extensa alambrada que tiene una doble misión; guardar el ganado y marcar el límite municipal entre Valsaín y Revenga. Nada más cruzar el portillo encontraremos a la izquierda los restos de la antigua casa de esquileo de Iturbieta, caserío de Santillana. Haciendo esquina al norte con la inmensa edificación tenemos el cruce de cañadas.
Al poco de dejar atrás el cruce de cañadas con dirección a Segovia, cruzamos la carretera de la Granja de San Ildefonso al Palacio de Riofrío, trazada sobre este viejo camino entre ambas posesiones reales. Dejamos atrás el entorno de la Sierra de Guadarrama y ante nosotros se abren las Tierras de Segovia que llegan hasta el umbral paleozoico de Santa María la Real de Nieva, donde, casi sin solución de continuidad, enlazarán con la Tierra de Pinares que nos acompañará más allá de Coca.
Nada más cruzar la mencionada carretera, unos 500 m después, nuestro camino marcha en paralelo y sobre los restos de la antigua acequia construida por los romanos desde la cabecera de Riofrío hasta el acueducto de Segovia. Un poco más adelante el Camino cruza sobre las vías del AVE Madrid-Valladolid. En breve nos adentramos en el antiguo término municipal de Hontoria y hoy agregado a Segovia. Marcharemos sobre la traza de la antigua calzada romana, luego cañada de ganados llamada Cordel de Santillana.
La desaparecida acequia romana que llevaba las aguas hasta el acueducto, abandona nuestra dirección h hace un firo a la derecha siguiendo el declive más suave del terreno para entrar en la ciudad. Al poco nuestro Camino cruza bajo la carretera de circunvalación de Segovia, entrando por la Puerta de Madrid a la ciudad y recorriéndola durante casi 2 km hasta llegar a la vera de su incomparable Acueducto romano.