La etapa está dominada por el pantano de Bárcena, que será necesario bordear entre sucesivas repoblaciones de pino, que hacen más agradable el Camino. Cuando el embalse está bajo todavía se aparecen las ruinas del viejo puente romano de la Vía Nova, que permitía vadear el Sil.
Y así, poco a poco, se alcanza Cubillos del Sil, que conserva evidencias de distintos castros, su ermita de San Roque, la iglesia de San Cristobal y bonitas muestras de arquitectura tradicional.
Prosigue el Camino franqueando otros dos puentes, también de origen romano, para acabar la etapa en Cabañas Raras.