Se trata de otra bonita etapa, algo montaraz, que se inicia por un camino entre robles en ligero ascenso por el viejo cordel de merinas. Cresteando se suceden repoblaciones de pino, robledales y terrenos despejados, hasta descender a Villayuste y Lago de Omaña, pequeños pueblos que guardan aún el sabor de la vida tradicional, y luego a Oterico.
Por un sendero paralelo a la carretera pronto se llega a Riello, un airoso pueblo cabecera comarcal del valle del río Omaña, junto al que está asentado, en el corazón de la Reserva de la Biosfera de los valles de Omaña y Luna.