El Camino bordea el embalse del Ebro, dejándonos hermosas vistas de sus reflejos. Nada más salir, encontraremos el cartel anunciador de nuestra entrada en Cantabria.
Pasamos Bimón, primer pueblo en el itinerario cántabro, y comienza una zona de monte. Seguimos por un bosque de robles, hasta llegar a Villafría y enseguida a Retortillo. Recuerdo imborrable de la historia son las ruinas del asentamiento romano de Juliobriga y merece una visita su centro de interpretación, que recrea la vida en una de las villas de la antigua ciudad. Proseguimos la etapa subiendo por un precioso hayedo que, en su descenso, tras pasar el ferrocarril, nos acerca a Cervatos y su magnífica Colegiata de San Pedro, joya del románico erótico. En Cervatos el Camino Olvidado coincide en su trazado con el Camino de la Calzada que llega por el norte desde Suances.
Tras cruzar la autovía por un paso elevado comenzamos nuestra última subida que, al coronar, toma un camino nos lleva a Olea, fin de nuestra etapa.