El primer tramo de esta etapa es, con mucho, el más complicado de la misma, ya que sube desde los 250 metros de Salas hasta los 650 del alto de la sierra de la Espina o de Bodenaya, pero como contrapartida es uno de los más hermosos de este Camino, colmado de casonas, quintanas, molinos de agua, cruceros y antiguas ermitas, todo ello arropado de robles y castaños. Salimos de Salas atravesando el río Nonaya, y tomamos a la derecha, hasta la plaza de la Campa, pasando bajo el arco que une el palacio de Valdés con la torre medieval y poco a poco,tras sus últimos edificios, nos encaminamos hacia la senda que discurre junto al río Nonaya en ligero ascenso. El ascenso se hace entre zonas boscosas hasta su tramo final, desde el que se puede apreciar magníficas vistas de los paisajes asturianos. Cruzaremos el puente Borra y a poco después el de Carcabón, a partir del cual se endurece la pendiente hasta alcanzar la N-634 que dejamos poco más adelante para tomar una pista que sale a su izquierda. Finalizaremos la pronunciada subida rodeados de molinos de viento muy cerca de la aldea de Porciles, que atravesamos para dirigirnos a la de Bodenaya atravesando pistas y caminos que alternan con la N-634. En Bodeyana tomamos la senda que sale a la derecha del crucero que se encuentra junto a la iglesia de Santa María, atravesando la N-634 para dirigirnos a La Espina, última población del concejo de Salas y cercana de la anterior, histórico cruce de caminos que siempre ha sido considerado como la puerta de entrada a la comunidad. Llegó a contar con dos hospitales de peregrinos, la Malatería de Bazar y otro que fue fundado para albergar peregrinos y caminantes, antes de 1268, fecha en la parece ser ya era dependiente del arzobispado de Santiago. Al salir de la misma, en la rotonda, se toma el camino de la derecha para avanzar junto a un muro de piedra durante un trecho y, al poco nos sale al encuentro la aldea de La Pereda; una vez alcanzada la ermita de los Afligidos giramos a la derecha y comenzamos una subida que nos conduce a la fuente del Reconcos, desde la que podremos disfrutar, una vez más, de hermosas vistas, y desde ella nos dirigimos hacia El Pedregal. Descendemos hasta la AS-216 hasta alcanzar un crucero, donde abandonamos la carretera por la senda que sale a su derecha, girando a la izquierda un poco más adelante. En una hora, y con escasas referencias, llegamos a Santa Eulalia, población en la que no entramos ya que poco antes de alcanzar el cementerio tomamos un desvío que aparece por la derecha, tras la que en ligera subida, y tras atravesar el río Ferroiro, llegaremos al campo de la ermita de San Roque, uno de los lugares más significativos del Camino. A un kilometro de este punto se alcanza la iglesia parroquial de San Pedro, anteriormente capilla de la antigua comunidad de franciscanos de San Francisco del Monte, que durante años proporcionaba asistencia a los peregrinos que llegaban a Tineo.
Poblaciones, Servicios y Albergues
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