Seguiremos las flechas amarillas que nos conducen a Santiago de Valduerna, sin entrar en él. Cruzaremos las aguas del Duerna por un antiguo puente de la vía del ferrocarril abandonada. La concentración parcelaria nos obliga a veces a girar en ángulo de noventa grados, lo que nos obliga a segur atentos las indicaciones para llegar sin contratiempos a Palacios de Valduerna. Aquí, construyó su palacio el rey Alfonso V, del que se conserva, habitada, la torre del homenaje. En sus proximidades se halla el santuario de la Virgen de Castrotierra, a la que rinden sus pendones, en la romería del mes de marzo, los pueblos de la comarca. Saliendo de Palacios por el camino del cementerio, tomaremos una pista que, entre jaras y chaparros, nos conduce hasta el N-VI. Tras cruzarla, seguiremos hasta el puente romano sobre el río Turienzo (único hito original de la calzada romana en esta jornada). Continuaremos en línea recta para salir a la carretera que nos lleva a Astorga, ya al alcance de la vista y punto de encuentro de la Vía de la Plata con el Camino Francés y con los numerosos peregrinos que lo recorren, y que romperán la soledad que hemos traído como compañera por la Vía de la Plata.