Salimos de Alcuéscar por el Camino Viejo que conduce a Casas de Don Antonio, población a la que llegaremos cruzando el bello puente romano sobre el río Ayuela. Aunque el camino no entra en el centro del pueblo, merece la pena visitar sus dos rollos o picotas situadas en la plaza de España. Recuperamos la calzada, que va paralela a la N-630, como atestiguan dos miliarios, uno utilizado como parte de una valla de piedra, y el otro en su emplazamiento original. tras ellos, aparece el puente romano sobre el arroyo de Santiago, y Aldea del Cano, alejada unos quinientos metros del camino, pero con los servicios necesarios para poder dividir esta larga jornada. Tras algunos miliarios más, y cruzar un campo de vuelo y el recuperado puente romano sobre el río Salor, el camino llega a Valdesalor, pueblo de colonización agraria que dispone de servicios para el caminante. La calzada juega ahora con la carretera hasta el puerto de las Camellas, desde donde se entra en Cáceres por una amplia cañada. Esta ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad, fue fundada como colonia romana, y antigua cuna de la Orden de Caballeros de Santiago. Un pequeño peregro esculpido en piedra sobre la Puerta de los Peregrinos de la Iglesia de Santiago es el sello más jacobeo de la histórica y bella ciudad.