Las casas del Burgo forman a ambos lados de la sirga, que a su paso por el pueblo recibe el nombre de Calle Real. A la salida queda una gran charca, en la que frecuentemente se dejan oir las ranas, junto a la cual se vuelve a tomar la calzada arbolada, por la que se avanza ininterrumpidamente, con la línea de ferrocarril León-Palencia a su derecha.
Durante unos 10 km, el camino discurre por un inmenso y monótono páramo, cuyo paisaje hacia el norte se pierde en las primeras estribaciones de la Cordillera Cantábrica.
Antes de cruzar la vía del ferrocarril, se deja a la izquierda, como a 1 km, el pueblo de Villamarco. A partir de aquí el paisaje se vuelve más movido. Tras pasar una vaguada, se entra en el arroyo y vallejo de Santa María, porblado por un ameno y variado bosque riberal. Al poco, se entra en Reliegos, que se cruza por la Calle Mayor.
Desde el mismo pueblo, comienza el descenso del páramo hasta Mansilla de las Mulas, en el ancho valle del Esla. Exactamente a una legua de Castilla (5,5 km), ya en los arrabales de Mansilla, concluye la calzada arbolada que, desde Calzada del Coto, ha recorrido 32 km.
Por entre unos vertederos se cruza la carretera de Cistierna y se entra en Mansilla de las Mulas, por la puerta meridional, hoy desprovista de su arco.
Poblaciones, Servicios y Albergues
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