Federación Española de
Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago

Desde la Plaza Rebote salimos por la calle Nueva y, junto a la estatua de San Veremundo, en la Iglesia de la Asunción, tomamos a la izquierda, por la calle de la Iglesia, pasa salir del pueblo por un sendero que pasa junto al Polígono Industrial de San Miguel y se dirige hacia la Autovía del Camino de Santiago, A-12, rodea la rotonda de incorporación de la carretera NA-132 y continua avanzando hasta encontrar un paso inferior por el que cruzar al otro lado de la autovía.
Ya en el otro lado nos acercamos hacia el cercano río Ega, y buscamos en su orilla, hacia nuestra izquierda, una pista asfaltada que nos facilita el paso a la otra orilla del río. Atravesamos entre unas naves y dejamos atrás un chalet para tomar un paseo arbolado que gira más adelante hacia la izquierda y se acerca a la carretera NA-122. Este camino asfaltado, cerca ya de la carretera, desemboca en otro, por el que retrocedemos unos metros, rebasando una cantera, para cruzar la carretera y continuar por una pista que abandonamos poco después, por la derecha, para iniciar la subida por la ladera del Montejurra, pasa junto al cementerio en dirección, una vez más, de la autovía del Camino de Santiago, A-12, y continuar el recorrido junto al trazado de ésta, pasando cerca (al otro lado de la autovía) del Complejo Residencial de Irache.
Tras rebasar la urbanización, y poco antes de alcanzar una rotonda, tomamos por una pista que sale por la izquierda, junto a la linde del bosque y que inicia la subida por la otra cara del Montejurra, rodeándola mientras asciende al monte Luquín y, sin llegar a alcanzar la cima, desciende hacia el pueblo de Luquín, al que entramos por la calle de San Martín que nos lleva hasta su iglesia parroquial y conecta con la calle Carrera Kelea que nos facilita la salida de la población.
Desde Luquín seguimos descendiendo, acercándonos poco a poco a la vecina carretera NA-1110, a la que nos incorporamos tras cruzar el arroyo Bueno, ya muy cerca de la autovía. Atravesamos una rotonda, en la que seguimos de frente al sentido de nuestra marcha, rodeamos un altozano a cuyas espaldas encontramos el arroyo Salado y, ya pegados a la autovía, aprovechamos un túnel inferior para pasar al otro lado. No seguimos el camino a nuestra izquierda sino que seguimos de frente por una trocha que nos permite alcanzar otra pista cercana, que tomamos. El Camino desemboca en otro, seguimos por la izquierda, por un paso entre dos pequeños altozanos, siguiendo el Camino Cardiel que cruza, más adelante el río Cardiel y nos conduce a la entrada de Los Arcos, por su calle Mayor.