Esta etapa ofrece al peregrino, de nuevo. dos alternativas: ir por Rocaforte (montaña) o por La Foz de Lumbier (llano).
Se sale de Sangüesa por el Puente de Santa María, sobre el río Aragón, y se avanza por la C-127, al cabo de medio kilómetro debemos decidir que alternativa tomamos:
a) Abandonar la carretera por la izquierda, y tomar la carretera de Rocaforte durante un corto trecho. Se toma luego, a la derecha, un camino que pasa por delante de las instalaciones de la papelera, y se sube directamente al cerro de Rocaforte.
Desde esta localidad se desciende de nuevo al llano, Fuente de San Francisco, y entre explotaciones agropecuarias, y por un terreno suavemente ondulado, se prosigue hasta cruzar la Cañada Real. En este punto se inicia la ascensión al Puerto de Aibar. A menos de 1 km, siguiendo el curso de un arroyo y flanqueado por una hilera de chopos, el Camino pasa por las ruinas de Santa Cilia, y al poco, cruza la carretera de Aibar, bajando un corto trecho paralelo a ella, para pronto distanciarse y torcer a la izquierda. Se asciende luego a un pequeño collado por una pista forestal, que desciende en dirección a la carretera N-240, a la altura de Nardués, que se divisa al otro lado de la misma.
Aquí se cruza un arroyo, cuya margen derecha se va siguiendo por espacio de unos 2 km, y se deja a la derecha una finca ganadera, levantada sobre lo que fue el pueblo de Olatz.
b) Esta opción, por la belleza del desfiladero de la Foz del Lumbier y el el puente del Diablo, destruido durante la guerra de la Independencia, da a esta alternativa un carácter peculiar.
En este caso continuaremos por la carretera C-127 durante 5 km, hasta tomar la desviación hacia Liédena y desde ella nos dirigimos a la Foz de Lumbier, espectacular desfiladero al que se accede y del que se sale atravesando sendos túneles, uno de ellos de cierta longitud y en él, durante un pequeño trecho, la oscuridad es prácticamente absoluta, siendo totalmente indispensable que vaya provisto de alguna linterna. A la salida del segundo, se abandona la foz y en breve se llega a la población de Lumbier, no es necesario entrar en ella, aunque su núcleo histórico bien merece una visita.
El camino deja atrás Lumbier por la carretera de Tafalla y a unos 1,6 km, toma una pista de tierra a la derecha e inicia el ascenso al alto de Loiti, desde el que ya se puede divisar Izco e intuir Monreal.
En la bajad a Izco ambos caminos confluyen de nuevo, desde aquí, el Camino penetra en un pinar y, a poco más de 1 km, entra en la localidad de Abinzano, y en algo menos de 5 km, a Salinas de Ibargoiti, en la que se entra por el Puente Grande, quedando Idocín, en la N-240, a la derecha.
Nada más salir de Salinas, hay que salvar un arroyo para tomar un camino que, primero entre pinos y matorral, y después a través de un robledal, lleva hasta Monreal, pasando el puente que salva el río Elorz. El Camino hace su entrada en Monreal escoltado por una hilera de chopos que crecen en la ribera de Elorz.
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