El castillo de San Lorenzo del Puntal se encuentra en la ciudad de Cádiz, situado en una punta de tierra que estrecha el acceso al interior de la bahÃa. Su técnica constructiva es de tipo italiano. De planta ovalada, estaba compuesto por dos semibaluartes con flanco, fosos y cortinas, a los que se accedÃa por un puente levadizo que aislaba a la fortaleza.
En su parte izquierda habÃa una baterÃa de barleta, de hasta 14 cañones y algunos morteros, que dirigida hacia la entrada de la bahÃa, y cruzando sus fuegos con el fuerte de Matagorda, situado al otro lado, servÃa como defensa al paso de la Carraca y por ende a la entrada de la bahÃa.
Mientras que en su interior se encontraban numerosas edificios o dependencias de obra sencilla, utilizados como repuesto de pólvora, almacenes, alojamientos, capilla, cuerpo de guardia talleres o cocinas.
Ante el castillo se levanta, desde 1955 una de las torres de la CompañÃa Sevillana de Electricidad, gemela con la situada en Matagorda, al otro lado de la BahÃa.
Datos Históricos
El castillo de San Lorenzo del Puntal, más conocido como Castillo de Puntales, era junto con el de San LuÃs y el de Matagorda, parte del complejo sistema defensivo instalado en la ciudad de Cádiz durante la Guerra de la Independencia, para controlar la entrada a la BahÃa.
Situado en una punta de tierra que estrecha el acceso al interior de la bahÃa, su origen se remonta al siglo XVI, y por tanto es considerado uno de los castillos más antiguos de los que se construyeron en Cádiz. Ya en 1554, Juan Bautista Calvi planteó la necesidad de proteger la zona de El Puntal, por ser la zona de más fácil acceso desde tierra firme. En 1588 se habÃa levantado una pequeña fortaleza, formada por un torreón artillado con cinco cañones, que fue testigo mudo de uno de los episodios más terribles de la historia de la ciudad, el famoso "Saco Inglés" que tantas consecuencias tuvo en la historiografÃa gaditana.
CorrÃa el año 1596 cuando una poderosa flota anglo-holandesa, compuesta por más de 150 naves y unos 15000 hombres, al frente de los cuales estaba el famoso Conde Essex, penetró en la bahÃa, conquistó Cádiz y tomó este castillo. La ocupación duró sólo 15 dÃas, pero las consecuencias se hicieron notar, tanto en la ciudad que fue enteramente saqueada, como en la fortaleza que quedó enteramente destruida. En 1598, Felipe II decide reconstruir la ciudad y dotarla de unas defensas adecuadas, y ese mismo año se iniciarÃa la obra de la fortaleza de Puntales, bajo las órdenes del ingeniero Cristóbal Rojas, también encargado de la construcción del Castillo de Santa Catalina. En 1609 ya estaban colocadas las estacas previas a la colocación de los cimientos del castillo. En 1612 estaba muy avanzada su construcción en lo referente a la cimentación. Dichas obras continuaron, aunque de manera discontinua durante varios años por la falta de fondos. En 1616, muerto ya Cristóbal de Rojas, solamente se habÃan colocado los cimientos. Alonso de Vandelvira hace entonces nueva traza del fuerte corrigiendo algunos errores y realizando notables cambios, entre ellos pensaba que no convenÃa usar tejas. Las murallas se harÃan, no de mamposterÃa, sino de cal, arena y cascajo, que formaban un hormigón muy resistente a las baterÃas. En 1624 el Duque del Infantado expresó en el Consejo que el Fuerte del Puntal deberÃa ensancharse porque su artillerÃa tenÃa poca capacidad de juego, ya que al disparar las piezas batÃan en el retroceso el alojamiento de los soldados, amenazando a derribarlo a los pocos tiros. En 1625 sobrevino otro asalto anglo-holandés que puso en claro la efectividad de las defensas de la ciudad entre las que se encontraba el Puntal. En 1634 se amplió la dotación al Castillo y fue perfeccionado bajo la dirección de Luis Bravo de Acuña.
En la primera mitad del siglo XVIII se construye el frente de tierra, bajo la dirección del Marqués de Verboon, y más adelante se proyectó la construcción de una baterÃa que enfilarÃa hacia el canal. Pero ésta no serÃa la única reforma que sufrirÃa este castillo, pues los ataques sufridos durante la Guerra de la Independencia, obligaron a realizarle una nueva reconstrucción en el año 1863, otorgándole el aspecto que se puede observar hoy en dÃa.
En la actualidad, es propiedad del Ministerio de Defensa de la Armada Española, y se utiliza como dependencias del mismo, estando su acceso totalmente restringido.